Diariamente tienen lugar difíciles juicios en los que los jueces deben tomar decisiones que pueden tener unas grandísimas consecuencias para aquellos ciudadanos que sean juzgados, ya que muchas personas pueden estar jugándose la inhabilitación profesional e incluso entrar en prisión. Es por ello que los jueces tienen una gran responsabilidad a la hora de dictar una sentencia concreta.
Es por este motivo que en muchas ocasiones los jueces deben apoyarse en profesionales de otros sectores, como los peritos médicos. Estos profesionales son expertos conocedores en los derechos de los pacientes, así como en aquellos derechos relacionados con su intimidad y la información. La principal función o responsabilidad que tiene el perito médico es responder o bien reparar el daño que se ha producido con motivo de acciones que van completamente en contra de la legislación vigente.
Y es que en ningún caso hay que olvidar que la principal misión del perito médico es ofrecer asistencia al afectado, debiendo realizar un pronóstico de la situación así como un diagnóstico concreto, algo que solamente puede llevar a cabo un médico titulado y especializado para evitar diagnósticos equivocados o inciertos que no se correspondan con la realidad. Un perito médico tendrá que reunir toda aquella información y datos sobre antecedentes tanto personales como familiares del paciente.
De este modo se podrán valorar adecuadamente las lesiones que se han sufrido así como la evolución de las mismas. A pesar de no tener carácter de testigos ni de jueces, se puede decir que el perito médico actúa como testigo de un hecho concreto y aplican sus conocimientos técnicos y científicos en materias específicas para corroborar o no la certeza de los hechos que se han investigado. El papel del perito módico en el ámbito de la justicia se torna indispensable.