El concurso de acreedores es una difícil y a su vez eficaz solución que se presenta a aquellas empresas así como personas físicas que están pasando por complejas situaciones que impiden poder hacer frente a los pagos mensuales. Para poder solicitar o acceder a un concurso de acreedores se deberá cumplir con una serie de requisitos, requisitos que quedan plasmados en la Ley Concursal, también conocida como Ley 22/2003, la cual ha sido modificada en dos ocasiones.
Podrán solicitar el concurso acreedores aquellas personas tanto físicas como jurídicas, destacando que una gran mayoría de quienes solicitan este tipo de procesos son empresas en vez de particulares. Por otro lado, es importante poder demostrar que existe una situación de insolvencia, de tal modo que no bastará únicamente con estar pasando por un mal momento puntual para poder hacer frente satisfactoriamente a los pagos.
Si se desea realizar la solicitud de un concurso será preciso acudir al juzgado mercantil, donde se procederá a realizar una solicitud voluntaria (donde es la empresa quien toma dicha decisión), o bien una solicitud forzada (en este caso es uno o varios acreedores y/o socios quienes requieran este proceso). El juez será quien se encargue de tramitar la solicitud del concurso de acreedores de la empresa, y se encargará de decidir si lo aprueba o no.
En el supuesto caso de que el concurso de acreedores siga hacia delante, ello se deberá hacer público dentro del Boletín Oficial del Estado. Justamente a partir desde el mismo momento en el que se hace pública su aparición en el BOE se abrirá el plazo para que los acreedores puedan presentar al juzgado las deudas que la empresa en concurso de acreedores tiene pendientes de pago. Estas reclamaciones deberán venir acompañadas de los justificantes precisos.
El juez se encargará de nombrar un administrador, que tomará las riendas en las negociaciones con los proveedores a los que se les debe dinero. Afortunadamente, las empresas que consiguen salir de un concurso de acreedores pueden volver a funcionar con total normalidad después de este proceso.