La única afirmación a sostener en esta vida, con seguridad, es que ocurrirán cambios. Lo que hoy somos es totalmente distinto del momento en que nacimos, y de cómo nos veremos en unos diez años. Y aunque, no se niega que la rutina y las situaciones predecibles sean cómodas y que lo diferente pueda generar incertidumbre, lo mejor es asumirlo y disponerse para ello, de manera de no ser sorprendido sin preparación alguna.
Uno de los ejemplos clásicos de la situación descrita se da cuando los hijos dejan el hogar y asumen su independencia. Algunos muchachos le temen a la idea y preferirían nunca tener que afrontarla, otros están contando los días para cumplir la mayoría de edad, empacar sus cosas e irse.
Mientras tanto investigan todo lo necesario, de modo de sobrevivir donde vayan, como ¿cuáles son los pisos de alquiler en Tarragona más adecuados al bolsillo y los requerimientos? Buscan también ofertas de trabajo que generen los mejores ingresos u oportunidades de desarrollo vocacional, técnicas para elaborar y atenerse a un presupuesto o de qué forma realizar las tareas domésticas por sí mismos y con resultado aceptables.
La fortuna de estos jóvenes es que los pisos de alquiler suelen estar diseñados con propiedad, con espacios acogedores pero, bien equipados, que cubren las necesidades básicas de agua corriente, gas, electricidad y protección de los elementos. Perfectos para quienes pasarán más tiempo en la oficina que en casa, o que por vivir solos no requieren de algo de mayor tamaño.
Ya sea que ofrezcan el espacio vacío para ser personalizado a la medida, o que vengan amoblados y con varios electrodomésticos básicos incluidos, lo importante es que el cambio de circunstancias no resulte demasiado brusco. Así, el joven que comienza a ejercer control en su vida, tendrá un lugar propio al que acudir con confianza al marcharse del nido materno.