El recorrido que comprende el castillo de Drácula y Brasov en Hola Transylvania es solo parte de lo que comprende una visita turística a esta región del país de la península balcánica. Y es que esta localidad de Rumanía es más castillos sombríos y bosques misteriosos, siendo mucho más verde y colorido todo su entorno de lo que deja entrever al imaginario público, ganándose el puesto de la región favorita de quienes lo conocen del país rumano.
Sin embargo, son los castillos lo que sigue atrayendo a el publico a decir Hola Transylvania. Ahora bien, para quien visita por primera vez esta localidad, debe conocer diversas ciudades que la conforman como: Sinaia, Bran, Rasnov, Brasov, Sighisoara, Alba Iulia y Sibiu.
Sinaia, una bella ciudad en la montaña que robó su nombre al monasterio homónimo que visitamos nada más llegar, el Monasterio de Sinaia. En Sinaia, podrá conocer el Castillo de Peles, Castillo de Drácula y Rasnov.
El Castillo de Peles es el más impresionante dado que ser considerado el más bello del país es uno de los más hermosos castillos de Europa. En esta fortaleza veraneaban y ostentaban la dinastía del país. Hoy en día lo disfrutan sus más altos mandatarios. Fue el primer edificio de Europa en poseer electricidad e incluso ascensor. Luego, no hay que dejar de visitar a su «hermano pequeño», el Castillo de Pelisor.
Bran y el (falso) castillo de Drácula
Probablemente el castillo más famoso del país y el motivo que lleva a mucha gente aficionada a la novela del Conde Drácula a Transilvania. Se trata del esplendido Castillo de Bran pese a tener su fama sobre una base no sustentada en la realidad histórica. Allí nunca vio ningún personaje vampírico y tampoco su inspiración: Vlad III, el Empalador.
Aunque, no se sabe hasta ahora a ciencia cierta el origen de la leyenda del Castillo de Bran es el más popular de las estructuras en su tipo. Sin embargo, dicha fortaleza medieval del siglo XIII que hoy se mantiene en un estado de conservación increíble y que se puede visitar tiene en su haber nunca haber sido asediado dado que no tuvo gran importancia militar, aunque sí literaria, como ya todos sabemos.
Hoy día el interior del castillo, ya adaptado para la visita de millares de turistas al año, está acondicionado con mobiliario moderno y no tiene especial interés histórico. Pero sigue siendo el monumento más visitado en Transilvania.
Rasnov y su ciudadela
Este paseo se corresponde exactamente a la idea que tiene cualquier viajero en su imaginario sobre Transilvania. La ciudadela de Rasnov y las vistas a los montes Cárpatos merecen una visita relajada para perderse con tiempo entre el verde y los rincones polvorientos de esta localidad.
Esta bella ciudadela medieval en ruinas todavía fuera del circuito turístico típico merece una parada larga por parte de los turistas, aunque sea sólo por sus vistas a los montes Cárpatos. Aventurarse casi en soledad, perdiéndose en sus rincones y disfrutando del entorno es una grata sorpresa para quienes solo pensaban en bosques oscuros y castillos vampíricos.